Me llamaron para dar una sesión abierta de mis talleres de PrincipiArte en este pequeño pueblo de Chalamera, así que allá que  fui el día 18 de Enero de 2020.

Lucía una mujer encantadora que esta convencida de vivir desde el Corazón y la Consciencia, me propuso ir a las fiestas de este pueblo y dentro de su programación impartir una sesión.

Fue todo un desafío porque al realizarlo en el bar del pueblo que a su vez es el lugar de encuentro que tiene el ayuntamiento, fue complicado mover la energía hacia la parte mas emocional a la vez que algunas personas estaban fuera del taller y celebrando su fiesta al mismo tiempo.

Pero el adaptarme y tener cada vez mas flexibilidad y herramientas para gestionar y reconducir cualquier situación que se va dando, para mi es una muestra del propio trabajo que realizo, la improvisación y el gestionar mis propias emociones y buscar soluciones todo el tiempo, hacen que mi trabajo cada vez tenga mas sentido.

Asi que con el grupo de padres y niños que vinieron al taller, jugamos y trabajamos sobretodo la parte de desinhibición, las dinámicas en las que se trabaja mas con las emociones no se profundizó tanto por el contexto mas festivo, pero trabajamos con el teatro de improvisación y la expresión corporal para liberarnos y comunicarnos desde otro lugar.

Me siento muy feliz de haber participado en la programación de las fiestas de este pequeño pueblo y así como me dijo Lucía, acercar al entorno rural actividades de Expresión Artística que no están tan accesibles para ellos como en las ciudades.

El contraste de mi trabajo ahora en Barcelona a ir a un pequeño pueblo que además esta muy cerca de Monzón, el pueblo donde pase mis primeros años de vida, me resultó muy enriquecedor para mi trabajo.

Así que agradezco a Lucía y al ayuntamiento de Chalamera por haberme llamado para llevar allí mi trabajo.